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PREÁMBULO
Considerando que,
Los residentes del Sur de Los Angeles tienen un historial largo de lucha por la justicia
social y que son parte de la lucha global por los derechos humanos que ha resultado en
la Declaración Universal de Derechos Humanos y otros documentos ratificando que toda
persona tiene derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales, y que estos
derechos están enlazados inextricablemente entre si.
En vista que la experiencia, investigación y los datos indican que,
La salud de los residentes del Sur de Los Angeles ha sido menoscabada por la distribución
desigual y la desinversión de recursos de cuidado de la salud públicos y privados, lo que ha
resultado en tasas más altas de mortalidad y discapacidad debido a enfermedades crónicas
y condiciones de salud de otro modo evitables;
La salud de los individuos y comunidades enteras en el Sur de Los Angeles sufren cuando el
derecho a la salud y a cuidados de calidad disponibles, accesibles y culturalmente apropiados
se niegan en base a empleo, ingresos, raza, sexo, nacionalidad, orientación sexual, etnia o
situación de inmigración;
Los Angeles sigue tratando la adicción como un crimen e infradotando a los programas de
tratamiento, a pesar de la abrumadora obligación pública e investigación que respaldan el
tratamiento en vez de la encarcelación, llevando así a un sistema de justicia criminal agobiado
más que a una comunidad saludable;
El bienestar de los residentes del Sur de Los Angeles ha estado sujeto a un sistema de salud
conductual defectuoso, que carece de un tratamiento totalmente integrado y de servicios de
prevención, que es limitado en su alcance y práctica, y que no reconoce totalmente ni aborda
los niveles de estigma, discapacidad, violencia y discriminación que aminoran el bienestar emocional y la estabilidad comunitaria;
El sistema de educación público le ha fallado a la mayoría de los estudiantes del Sur de Los Angeles, y las instituciones educacionales adecuadas y de calidad no existen en nuestras
comunidades, creando así pobreza y un conducto hacia el sistema de justicia criminal;
La discriminación y el racismo institucional siguen constituyendo barreras sustanciales de
acceso a trabajos y a lograr el derecho al empleo en el Sur de Los Angeles, especialmente
para las personas afroamericanas, latinas, inmigrantes, personas con discapacidades,
personas liberadas del sistema de justicia criminal y otros grupos importantes que viven en
el Sur de Los Angeles.
Los Angeles no aborda el impacto de las viviendas subestándares, la inseguridad de vivienda
y la injusticia ambiental respecto a la salud y el bienestar, incluyendo enfermedades y daños
causados por las viviendas precarias; y tampoco enjuicia a los propietarios de barrios
precarios como criminales;
Los Angeles es la capital de las personas sin hogar del país y ni siquiera así se preservan ni
crean viviendas asequibles para los residentes de bajos ingresos. El aburguesamiento, los
desalojamientos forzados, el acoso de los arrendadores, la rezonificación, las políticas de
dominio eminentes y la tasa más alta de ejecuciones hipotecarias de viviendas multifamiliares
siguen desplazando en forma desproporcionada a los residentes del Sur de Los Angeles;
Los residentes del Sur de Los Angeles están privados de opciones de alimentos saludables
debido al éxodo, consolidación y desinversión de las grandes tiendas de alimentos; la
saturación excesiva y la comercialización agresiva de productos alimenticios nutricionalmente
pobres, licor y tiendas de servicio rápido; y la falta de soberanía alimenticia; y
Los Angeles sigue pasando por alto las estrategias integrales de prevención de delitos; en
cambio, invierte grandemente en la supresión e implementación de iniciativas de delitos
especiales que injustamente tienen como blanco a las minorías y que destrozan la cohesión
comunitaria, despertando la ira, desconfianza y el temor al gobierno y a las fuerzas policiales.
Ahora, por lo tanto,
Proclamamos lo siguiente:
EL DERECHO A LA SALUD:
Nosotros, quienes trabajamos y vivimos en el Sur de Los
Angeles proclamamos que todos los residentes del Sur de Los
Angeles tienen derecho a la salud. Esto debe incluir el derecho a:
• Servicios de cuidado de la salud primarios y de prevención
integrales, de alta calidad, accesibles y asequibles, incluyendo
la educación sobre la salud, salud de la mujer y servicios de
planificación familiar;
• Un sistema de cuidado de la salud uniforme, intregrado y
coordinado, incluyendo el acceso a cuidados de especialidad,
servicios de salud conductuales y de hospital;
• Tratamientos y servicios prestados con dignidad, respeto
y con el reconocimiento del paciente, su familia, cultura y la
comunidad como agentes vitales en el mejoramiento de la salud
y el proceso de sanación;
• Cuidado y traducción competente desde el punto de vista
cultural y profesional;
• Acceso rápido a un defensor de pacientes y a promotores de
la salud comunitaria para que ayuden a navegar por el sistema e
incrementar el alfabetismo de salud;
• Acceso al continuo total de servicios de cuidado de la salud, sin
importar la situación de inmigración;
• Instituciones hospitalarias primarias y de especialidad
modernas, ubicadas en el Sur de Los Angeles, con la capacidad
y misión de satisfacer las necesidades de cuidado de salud de
toda la población.
EL DERECHO A LA SALUD CONDUCTUAL:
Quienes vivimos y trabajamos en el Sur de Los Angeles
proclamamos que todos, incluyendo aquellos con problemas de
salud conductual, tienen el derecho a:
• Prevención y tratamiento integrado de la salud conductual,
de alta calidad, disponible, accesible, aceptable y culturalmente
apropiados;
• Intervención temprana y oportuna;
• Información precisa y culturalmente relevante acerca de los
servicios y tratamiento;
• Recibir educación y capacitación sobre problemas de salud
conductual;
• Actividades de entretenimiento y recreacionales accesibles
para reducir los elementos ambientales estresantes;
• Estándar de vida adecuado para promover la salud conductual
positiva.
EL DERECHO A LA EDUCACIÓN Y AL EMPLEO:
Quienes vivimos y trabajamos en el Sur de Los Angeles
proclamamos que tenemos el derecho a educación y empleo de
calidad, incluyendo el derecho a::
• Oportunidades iguales a la educación y empleo, sin que importe
la raza, sexo, orientación sexual y la edad; y mecanismos y
políticas que aborden en forma proactiva las desigualdades
históricas;
• Al estándar y calidad más altos de educación, desde el nivel
pre-escolar hasta el grado de bachiller, que esté disponible, sea
accesible para todos, gratuito, y que se adapte a las necesidades
de todos los residentes;
• Trabajos con dignidad que paguen un sueldo adecuado
para vivir y que respeten la salud y seguridad del trabajador
y que provean acceso a educación continuada, capacitación,
capacitación en el trabajo, cobertura de cuidado de la salud,
transporte, vivienda y cuidado infantil, necesarios para mantener
nuestro empleo;
• Acceso igual a crédito, para establecer y estimular la creación
de pequeñas empresas dentro de nuestras comunidades,
incluyendo que todos los negocios existentes (por ej.:
vendedores ambulantes) se consideren legítimos bajo la ley;
• Ser contratados, o de otro modo ser parte integral de los
procesos de toma de decisión dentro de organizaciones
comunitarias, escuelas y otras instituciones de las cuales somos
integrantes o clientes; y ser reconocidos y valorizados tanto por
nuestro trabajo remunerado como no remunerado.
EL DERECHO A LA VIVIENDA Y A UN AMBIENTE SEGURO:
Nosotros, que trabajamos y vivimos en el Sur de Los Angeles
proclamamos que todos los residentes del Sur de Los Angeles
tienen derecho a una vivienda asequible que provea seguridad y
dignidad. Esto debe incluir el derecho a:
• Vivienda saludable, que ofrezca protección y seguridad,
sin importar la raza, sexo, clase, situación de inmigración,
orientación sexual, religión, estructura familiar u otra
configuración del hogar optada. Este derecho se extiende
mayormente a todas las personas del Sur de Los Angeles, sean
ellos o no dueños de propiedades, arrendatarios, miembros de
una cooperativa o fideicomiso inmobiliario comunitario.
• Condiciones de salud ambientales dentro y fuera del hogar para
promover el florecimiento de la cultura, capacidad y salud física
y mental, además de la prosperidad económica;
• Viviendas que cumplan con las necesidades de la gente del Sur
de Los Angeles en todos sus niveles de asequibilidad, niveles
de asequibilidad que se preserven, y un stock de viviendas bien
mantenido para la salud y bienestar de todos los residentes;
• Viviendas suficientes para acomodar a los residentes del Sur
de Los Angeles que son de la tercera edad, familias con hijos,
personas con incapacidades y otras necesidades especiales;
• Permanecer en las comunidades en donde residen y donde
contribuyen, seguros frente a la amenaza de desplazamiento,
y protegidos de las ejecuciones hipotecarias y desalojamientos
forzosos;
• Participar activamente en la planificación comunitaria y
las decisiones sobre el uso de los terrenos en el Sur de Los
Angeles, y en todos los procesos de desarrollo económico
y de construcción comunitaria para asegurar el acceso a las
amenidades comunitarias de calidad, tales como transporte,
escuelas de calidad, acceso a alimentos saludables, servicios
de salud, espacios verdes para jardines, parques y recreación.
EL DERECHO A ALIMENTOS Y LA SOBERANÍA ALIMENTICIA:
Nosotros, que trabajamos y vivimos en el Sur de Los Angeles
proclamamos que todos los residentes del Sur de Los Angeles
tienen derecho a la nutrición saludable y seguridad alimenticia.
Esto debe incluir el derecho a:
• Acceso a alimentos seguros, nutritivos y culturalmente
apropiados en cantidades suficientes y de calidad para sustentar
una vida saludable con plena dignidad humana;
• Soberanía Alimenticia – el derecho a definir nuestros propios
sistemas de alimentos y agricultura, así como también alimentos
saludables y culturalmente apropiados, producidos a través de
métodos sustentables y ecológicamente sólidos;
• Requerir de un sistema alimenticio que promueva las
economías locales, que respalde el comercio transparente y
provea políticas que garanticen ingresos justos para todos
los pueblos, y lugares, incluyendo aquellos que producen,
distribuyen y consumen alimentos;
• Educación acerca de la nutrición, los alimentos y la agricultura
de modo que podamos tomar decisiones informadas
EL DERECHO A LA DIGNIDAD Y SEGURIDAD:
Quienes vivimos y trabajamos en el Sur de Los Angeles
proclamamos que tenemos el derecho a:
• Medidas de seguridad pública que incluyen el empleo, vivienda,
servicios, espacios verdes y amenidades comunitarias;
• Medidas de justicia criminal que no se centren ni afecten en
forma desproporcionada a los residentes en base a la raza, sexo,
edad, orientación sexual u otra característica;
• Sentencias y directrices de sentencias que no afecten en forma
desproporcionada a los residentes minoritarios haciendo que
tengan que cumplir periodos de encarcelamiento largos y estén
conectados con el sistema de justicia criminal por periodos de
tiempo desproporcionados;
• Tratamiento en vez del encarcelamiento por “delitos” relacionados con una adicción o salud mental;
• Medidas de cumplimiento que no sean opresoras, penalicen
a comunidades enteras o creen temor y desconfianza entre los
residentes; y
• Gasto público que haga de las comunidades del Sur de Los
Angeles una prioridad en vez de la construcción de más cárceles
y la contratación de más policías.
AHORA, POR LO TANTO,
RESUÉLVASE, que cualquiera persona que viva o trabaje en
el Sur de Los Angeles deberá disfrutar de todos los derechos
estipulados en esta Declaración, sin ninguna excepción, y
RESUÉLVASE MÁS AÚN, que quienes vivimos y trabajamos en
el Sur de Los Angeles hacemos un llamado a nuestro gobierno,
líderes cívicos y organizaciones comunitarias para que adopten
y ratifiquen la Declaración de Salud y Derechos Humanos del Sur
de Los Angeles, y
RESUÉLVASE MÁS AÚN, que cada persona que firma esta
Declaración reconoce la indivisibilidad de los derechos humanos;
promete que se opondrá a cualquiera legislación, campaña,
proceso o acción que viole los derechos básicos de los seres
humanos en el Sur de Los Angeles y más allá; que respaldará las acciones que promuevan estos derechos; y que participará activamente en el diseño, implementación, monitoreo,
evaluación y cumplimiento de las políticas y programas que
avancen los derechos humanos.
Firmando, |